DC Comics decidió hacer oficial el anuncio sobre la bisexualidad de Superman por el National Coming OutDay en Estados Unidos; la editorial reveló que Jay Nakamura, un activista y admirador de Lois Lane, será la nueva pareja oficial del superhéroe.
Y ya ese rumor les había avisado que no le pegaran a la pared y que se evitaran la subida de la presión: su queridísimo, amado y súper híper masculino blanco heterosexual Clark Kent no ha sido alterado. El Superman de este arco se trata de Jonathan Kent, el hijo que tuvo con Lois y al cual estuvo enseñando la labor de héroe durante todo el principio del arco “Rebirth”.
Un nuevo Superman para los nuevos tiempos
Finalmente le hicieron caso a todos los que se resisten al cambio y se aferran al pasado como si su vida dependiera de eso: en lugar de alterar la historia de su personaje crearon uno nuevo. Jonathan Kent que tomará el lugar de su padre. Los primeros rumores apuntaba a la (oooootra) muerte del primer Superman, pero parece que sólo estará rescatando esclavos de Mongul en el Warworld.
Jonathan Kent se queda para ocupar su lugar y es un digno sucesor de su padre, pero debe combatir las peleas que le corresponden a su generación (sí, esa a la que tanto están insultando sólo porque el personaje es gay): incendios forestales causados por el cambio climático, salvar a los alumnos de un tiroteo escolar y protestar para evitar la deportación de inmigrantes refugiados en Metrópolis.
Y muchos, muchísimos hombres de más de 30 años y fotografías de mucha seriedad (muy masculina) en su Facebook preguntan: “¿por qué hacer gay a Superman?” Y, la verdad, es una pregunta muy buena que fue contestada por el mismo escritor del cómic:
La idea de reemplazar a Clark Kent con otro salvador heterosexual blanco se sentía como una oportunidad perdida. Un nuevo Superman debería tener nuevas peleas, con problemas del mundo real, que él pudiera defender como una de las personas más poderosas del mundo.