Todos los 3 de mayo desde 1993 se conmemora el Día Mundial de la Libertad de Prensa. Esta celebración, establecida por la Asamblea General de las Naciones Unidas, busca promover y defender una prensa independiente entendida como aquella “sobre la cual los poderes públicos no ejerzan ni dominio político o económico ni control sobre los materiales e infraestructura necesarios para la producción y difusión de diarios, revistas y otras publicaciones”.
La elección del día 3 de mayo busca recordar la adopción de la Declaración de Windhoek el 3 de mayo de 1991, cuando se realizó un seminario sobre la promoción de una prensa africana independiente y pluralista organizado por la UNESCO y la ONU en Windhoek, Namibia. Durante la celebración se reconoce la labor que los medios y periodistas de todo el mundo realizan para con la sociedad y se ensalzan los principios profesionales básicos del periodismo como la pluralidad, la objetividad y la veracidad. También se destaca la importancia de esta profesión en las democracias y se recuerda a los periodistas fallecidos cada año ya fuese mientras cubrían acontecimientos peligrosos como catástrofes naturales o guerras o asesinados debido a las investigaciones que estaban llevando a cabo.
El periodismo cuenta con varios “antecesores” que transmitían información relevante a gruesos de población pero no es hasta finales del siglo XVIII y principios del XIX cuando aparece de forma similar a como se entiende hoy en día. En esa época, los avances tecnológicos hicieron que fuera mucho más sencillo (y barato) transmitir y divulgar información y las mejoras educativas extendieron la capacidad de leer a nuevos sectores sociales a los que hasta entonces se les había vetado de la posibilidad de informarse diariamente a través de publicaciones periódicas. Desde entonces, y con la llegada del siglo XX, el periodismo definió sus funciones y se convirtió en una pieza fundamental de cualquier democracia ya que una prensa libre supone que los ciudadanos podrán saber qué hacen sus gobernantes y sacarles los colores si hace falta.
Son muchos los nombres a los que se podría hacer mención en el mundo del periodismo, en parte debido a que quienes ejercían esta profesión también eran escritores o políticos reconocidos. Charles Dickens, Víctor Hugo, Ernest Hemingway, Emilia Pardo Bazán, Gabriel García Márquez u Oriana Falacci son solo unos pocos de ellos.