María Rosa Fullone fue doctora titular en el Servicio de Emergencias y Urgencias en el Hospital Fernández, en Argentina, y murió por coronavirus el 4 de febrero, por lo que, a través de redes sociales, su hijo se despidió de ella y agradeció las muestras de cariño hacia su mamá, de quien dijo, su amor y vocación debería servir de ejemplo para todos.Fullone era especialista en dermatología y madre de tres hijos. Había sido internada por coronavirus el 19 de febrero. Iba a recibir la vacuna anticovid el 23 de marzo, pero contrajo la enfermedad antes y presentó dificultades respiratorias que se agravaron, por lo que fue enviada a terapia intensiva.
Tras el fallecimiento de su madre, Campelo dedicó una serie de mensajes y fotografías a través de Twitter, donde recibió saludos afectuosos y elogios por la dedicación de María Rosa. En el primero de los mensajes, Ezequiel contó una anécdota con su madre. “Cuando te dije que dejaras la guardia me respondiste que del Hospital Fernández te ibas a ir en un cajón, y así fue. Esa eras tú y por eso ahora te vas por la puerta grande, luchando una última vez por tu gente. Que tu amor y vocación sirva de ejemplo para todos. QEPD Mamá”.
Después, compartió una fotografía familiar, en la que indicó que pacientes, colegas, amigos y familiares mantenían presente el esfuerzo que realizó la doctora durante la pandemia. “Hoy tus pacientes, colegas, amigos y familiares solo podemos pensar en lo mucho que hiciste y aún seguís haciendo por todos nosotros. Por eso, abrazamos con orgullo el merecido reconocimiento que estás teniendo. Y ahora sí, ya podés descansar un poquito. Chau Ma, te amamos!”
. Según informaron medios locales, María Rosa Fullone había decidido no aplicarse la vacuna Sputnik V cuando llegó a Argentina, pues quería esperar a que se publicaran los resultados del estudio de eficacia. Además, tenía obesidad, enfermedad que complica los cuadros de infección por covid-19. Fullone, que desde hace 10 años tenía su clínica de Dermatología en el barrio de Devoto, formaba parte de la primera línea de lucha contra el coronavirus y, a su vez, estaba entre el 30 por ciento del personal de salud que aún falta por vacunar.
