Un hombre falleció en Querétaro por una muerte cerebral, pero antes aceptó donar sus órganos y ahora sus pulmones serán entregados a un paciente Covid-19 en recuperación. La donación de órganos es una práctica que puede salvar vidas y ofrecer un futuro distinto a pacientes que necesitan un trasplante. En medio de la crisis sanitaria por el SARS-CoV-2, cinco personas se vieron beneficiadas por la decisión de un hombre fallecido por muerte cerebral inscrito al programa de donantes.
Entre ellas se encontró un paciente Covid-19 que se recupera de esta enfermedad en Monterrey. Nuevo León, pero necesitaba un trasplante de pulmones para recuperar su salud. La familia del donador, cuya edad era de 30 años, explicó que su muerte fue derivada de una hemorragia subaracnoidea. El resto de sus órganos, como los riñones y córneas, beneficiarán a dos menores de edad en el Centro Médico Nacional de Occidente en Guadalajara y a dos personas en el Centro Médico Nacional La Raza.
Antes de que iniciara la cirugía para extraer dichos órganos, sus familiares pudieron despedirse de él creando una valla humana a la que se sumó personal de la salud que aplaudió al donador su “noble acto”. Por otra parte, la titular de la Coordinación de Donación, Procuración y Trasplante, Irene García Hernández, agradeció personalmente a la familia por las donaciones e hizo un llamado a la población a fomentar esta cultura. A raíz de la pandemia, en este estado se suspendieron durante un tiempo las donaciones.