Toluca, Estado de México.- “Mi novia me rasguña, me pega… pero nadie me cree”. Esta frase, antes impensable en el discurso público, hoy comienza a hacerse escuchar.
En el Estado de México, el número de hombres que denuncian ser víctimas de violencia por parte de sus parejas —en su mayoría mujeres— se ha disparado un 90% en lo que va del año, según datos de la fundación ‘Y Los Hombres Qué’.
La cifra es tan alarmante como reveladora: de atender apenas 10 casos en 2023, la organización reporta ya 320 solicitudes en el primer trimestre de 2024, abarcando desde agresiones físicas y económicas hasta violencia parental, como la negativa de algunas madres a permitir que los padres vean a sus hijos si no pagan pensión.
“No sabes la cantidad de jóvenes que han sido golpeados por sus novias… Tuvimos un caso de un chico de 16 años al que su pareja le pegaba, lo rasguñaba, y fue su madre quien se dio cuenta”, relata María de Lourdes Domínguez, presidenta de la fundación.
La historia, dice, se repite con jóvenes de apenas 18, 19 o 20 años, atrapados en relaciones marcadas por dinámicas tóxicas y agresivas.
El avance de una nueva generación ha hecho posible que muchos hombres alcen la voz. Sin embargo, el miedo a la burla, al estigma y a no ser tomados en serio sigue siendo una barrera poderosa.
Muchos abandonan la asesoría legal y psicológica por temor a ser ridiculizados.
Domínguez subraya que la violencia no tiene género, y que el golpe, venga de quien venga, es igual de dañino.
El fenómeno, hasta hace poco invisibilizado o minimizado, hoy empieza a emerger como una realidad que exige atención urgente.
La violencia en pareja no distingue sexo ni edad. Y cada historia, cada denuncia, revela una verdad incómoda: el machismo también hiere al hombre que calla.
