El capo del crimen organizado, fundador del Cártel de Guadalajara y del actual Cártel de Caborca, así como uno de los objetivos más perseguidos por las autoridades tanto de México como de los Estados Unidos, Rafael Caro Quintero, fue detenido la tarde del viernes por autoridades federales y de la Secretaría de Marina (Semar), lo que generó una profunda conversación sobre el personaje y los distintos temas alrededor del mismo.Uno de esos temas tiene que ver con la descendencia que dejó el capo durante su vida, recordando que fueron varias las mujeres que compartieron la vida con el que el día de hoy es el objetivo cautivo más importante capturado por las autoridades y uno de los más polémicos y sanguinarios líderes del narcotráfico en México y en otras partes del continente.Una de esas mujeres fue la señora María Elizabeth Elenes Lerma, quien estuvo relacionada con el capo y de esa relación nacieron cuatro hijos, tres varones y una chica, uno de ellos fue motivo de orgullo para el capo y su pareja. Distinguido atleta En el año 2013 (año en que fue liberado de Puente Grande) la Agencia Antidrogas de los Estados Unidos (DEA) anunció que el Departamento del Tesoro de Estados Unidos incluyó a varios de los familiares de Caro Quintero en la lista de los involucrados en las actividades ilícitas del capo, entre ellos Héctor Rafael Caro Elenes hijo del líder criminal.Elenes destaca por ser el hijo del capo, pero más allá de eso también es un destacado jinete que no sólo participó en diversas competencias, sino que se colocó en la élite del deporte ecuestre en competencias estatales, nacionales y a nivel mundial.Caro Elenes estaba registrado en la Federación Ecuestre Mexicana organismo que autorizó su participación en varias competencias a nivel nacional, además el hijo del narcotraficante regularmente competía en el Guadalajara Jockey Club.Para Héctor Rafael el deporte ecuestre no sólo es un pasatiempo pues ha participado en los Juegos Centroamericanos y del Caribe, mismos que se celebraron en Colombia en el año 2006, ahí ganó la medalla de oro; con esos triunfos el jinete consiguió obtener la representación de México en los Juegos Olímpicos de Beijing en el año 2008.
