El niño se llamaba Liam O’Keefe y había nacido hacía ocho semanas. Su mamá, Raluca Tagani, también atacó su hija de dos años y quedó detenida. La fotografía del funeral recorrió el planeta. Los gritos escuchados alrededor de las 20 del pasado martes asustaron a los vecinos. Llamaron a la policía y cuando los efectivos llegaron a la casa de donde provenían se encontraron con una escena dramática: un bebé de ocho semanas y una niña de dos años habían sido apuñalados.
El pequeño, llamado Liam O’Keefe, fue atendido de inmediato por los servicios de emergencias, pero no soportó la gravedad de las heridas y falleció allí mismo. Por su parte, la hermana, llamada Kayla O’Keefe, fue trasladada a un hospital, donde aún está está internada pero con un cuadro estable. En la casa ubicada en el área de Ardoyne, en Belfast (Irlanda del Norte), también estaba presenta la persona que atacó a los niños: la madre, identificada como Raluca Tagani.
La mujer nacida en Rumania de 29 años fue detenida y acusada bajo los cargos de asesinato e intento de asesinato.El padre de los niños, también llamado Liam O’Keefe, no se encontraba en el hogar al momento del crimen ya que estaba en Inglaterra por cuestiones laborales. Cuando fue anoticiado de la situación de emergencia en su domicilio, viajó de urgencia de vuelta a su casa. Tagani no mostró ninguna emoción cuando asintió y respondió “sí” a través de un intérprete si entendía los cargos en su contra, según BelfastLive.
Su próxima declaración está programada para el 27 de agosto. Algunos vecinos habían ayudado a la policía antes de que llegaran las ambulancias después del baño de sangre, según indicaron medios locales.En ese sentido, el inspector jefe detective Chris Millar agradeció a la comunidad “por su apoyo inquebrantable y paciencia” mientras continúa la investigación sobre los trágicos eventos. “Sigo pidiendo que cualquier persona que tenga información se comunique con nosotros”, agregó en diálogo con BelfastLive.
El pasado miércoles, la familia pudo darle el último adiós al pequeño Liam y las escenas que captó la prensa británica son desgarradoras: con la autorización de la familia, los medios pudieron ingresar al sepelio y lograron captar el momento en el que el padre de la víctima trasladaba con sus propios brazos el pequeño cajón blanco que contenía los restos del recién nacido. “A todos los vecinos y toda la comunidad por toda su ayuda y apoyo, realmente lo aprecio todo. Celebrar esta vigilia significa el mundo para mí. Estoy realmente desconsolado, pero me da la fuerza saber que están dando tanto amor y apoyo. Gracias desde el fondo de mi corazón”, aseguró O’Keefe en medio del desconsuelo.
(CrónicaNoticias)