“Dicen ser profesionales y miren lo que hicieron, y todavía le dicen que fue culpa de ella y que no le regresarán su dinero”, comenta Teresita Cruz (Cd. Juárez), quien denunció a estos dos tatuadores en redes sociales por la pésima labor que hicieron con las cejas de su madre.
Una espantosa situación se vivió en los últimos días en la fronteriza Ciudad Juárez (Chihuahua, México), la que trascendió incluso en las redes sociales.
Una usuaria de Facebook llamada Teresita Cruz ocupó la plataforma para denunciar a dos tatuadores que habían pintado las cejas a su madre. La mujer compartió las fotos del trabajo de estos “artistas” y es realmente notoria la falta de prolijidad: las formas están irregulares, las cejas no quedaron pintadas y el área está muy irritada.
Los acusados —llamados Bianca Soto y Fernando Espinoza— se desligaron de cualquier responsabilidad, diciendo que la piel de la madre de Teresita estaba dañada y que por esa razón rechazó la tinta. En cuanto a reembolsos, ni hablar.
“Trucha con estos marranos (…) si no saben hacer su trabajo, ¿para qué lo hacen? Dicen ser profesionales y miren lo que hicieron, y todavía le dicen que fue culpa de ella y que no le regresarán su dinero”.
La mujer también incluyó un par de capturas de pantalla de las conversaciones con Soto y Espinoza, en las cuales ellos comentan que la responsabilidad era realmente de la madre de Teresita y no de ellos; dicen que si la mujer tenía la piel malograda, no debería haberse ido a tatuar. “Simplemente piense y use la lógica: ¿si tengo maltratada la piel, me tatúo?”, fue la defensa de los acusados.
Como era de esperarse, un trabajo así de desprolijo debía viralizarse rápido en las redes sociales y así fue: Teresita recibió el apoyo de la gente y los tatuadores se llevaron aún más críticas y una pésima referencia para su trabajo.
Es que además, el problema no era el rechazo de la tinta, sino que la forma de las cejas quedó realmente horrible y dispareja. Y eso, señoras y señores, no depende de la cliente…