Debido al frío insoportable se le congelaron sus cuatro patas, sus orejas y su cola, por lo qué los veterinarios no tuvieron otra opción más que amputarle estas partes de su cuerpo.
No obstante, en un esfuerzo realmente sorprendente, un grupo de investigadores de la Universidad Politécnica de Tomsk, diseñaron y crearon una prótesis de titanio a la medida de Dymka, que le permitió andar y moverse libremente de nuevo.
Y así, es como Dymka ha vuelto a su vida normal.