Su hijo, quien es una persona mayor, de 70 años de edad, llevó a su madre de 100 años a vacunarse contra el COVID-19, en una vieja carretilla de construcción, ya que al ser una familia muy humilde era el único medio por el cual podía trasladarla.
La ancianita en todo momento mostró una actitud positiva, quien a pesar de su edad y sus carencias demostró tener un gran amor a la vida.
Tras recibir la vacuna, tanto doña Bartola como su hijo se mostraron felices y comentaron no haber sentido ningún efecto secundario o negativo a la dosis.