“No tenemos una oposición muy fuerte”, ejemplificó el presidente Andrés Manuel López Obrador, señalando que las diferencias y quejas por parte de los gobernadores que conforman la Alianza Federalista son normales, pues forman parte de la democracia.
Recordó que el hecho de que existan movimientos que están en contra de su gobierno significa que existe democracia y no una dictadura, por lo que las demandas de los mandatarios son legítimas.
“ Es normal, es consustancial a la democracia, nada más es que se siga actuando por la vía pacífica y en el marco de la constitución de las leyes, que haya debate, que se informe a la gente, que se argumente, que cada quien de su punto de vista. Prohibido prohibir, sería muy aburrida la vida si todos pensáramos de la misma manera”, declaró.
El presidente recordó a los gobernadores aliancistas que “el poder emana del pueblo”, por lo que los líderes políticos son sólo representantes de los ciudadanos, quienes tienen la posibilidad de cambiar su forma de gobierno en cualquier momento.
“Una cosa es lo que nosotros digamos y otra es lo que piensa y hace el pueblo soberano, esa es la democracia”, declaró. “Si hay una polémica entre el Presidente y un gobernador, el pueblo escucha, tiene los distintos puntos de vista, actúa con criterio y decide”, comentó. Como ejemplo, el Presidente recordó que, en la polémica sobre las participaciones federales, hay una ley de coordinación fiscal que determina la distribución de los recursos.
Si los mandatarios buscan aumentar el presupuesto, deberían presentar una iniciativa de reforma para modificar la Constitución.
“Un convenio para que no critiquen al presidente puede significar 200, 300, 500 millones de pesos y yo lo traduzco eso en becas para estudiantes pobres, entonces ¿qué digo? Si ya estoy acostumbrado a recibir ataques, ya llevamos tiempo luchando, pues aguanto, además tengo mi conciencia tranquila”, exhortó.
